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La constante subida del precio de los carburantes en España, y especialmente en Euskadi, ha dejado prácticamente sin efecto el descuento de 20 céntimos el litro aplicado por el Gobierno. En la mayoría de las estaciones, el litro de gasolina y diésel se paga a más de 2 euros. Cifras que no se alcanzaron ni en el inicio de la invasión de Ucrania ni durante la huelga de transportes. Así, el litro de gasolina se paga de media en el País Vasco a 1,907 euros, y el diésel, a 1,955. Y esas son las opciones más económicas. Los carburantes premium alcanzan los 2,051 euros en la gasolina, y los 2,043 euros en el gasóleo. En España, el litro de SP 95 está 1,861 euros y el del gasóleo A, a 1,901.

A la hora de repostar, a estas cantidades hay que restarles la bonificación, una medida que, con los precios de hoy, pierde parte del impacto con que nació. El 1 de abril, cuando entró en vigor, en la comunidad autónoma el precio medio de la SP 95 era de 1,83 euros, por lo que con la bonificación el conductor pagaba 1,63 euros. Hoy, tras aplicar el descuento, ha pagado 1,707 euros. Lo mismo sucede con el diésel; en los primeros días del mes pasado, la bonificación rebajaba el precio a los 1,692 euros el litro mientras que hoy lo deja en los 1,755.

En principio, la medida que rebaja los combustibles de forma generalizada se encuentra en vigor hasta el 30 de junio, aunque llegado ese momento, en función de la evolución de los precios el Gobierno podría estudiar si amplia su aplicación. Algo que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, también ha vinculado al comportamiento de las empresas energéticas. «Hay que analizar cuáles son las medidas más eficaces y si vemos que alguna hace que se mantengan los costes porque los operadores están subiendo precios y absorbiendo esas ayudas, la retiraremos», confirmó en una entrevista en RNE.

*Más gasolineras baratas en Euskadi, aquí.

*Más gasolineras baratas en España, aquí.

Para paliar las consecuencias económicas de la escalada de los precios de los combustibles, el Gobierno aplica esta bonificación en todos los carburantes y en todos los vehículos. De esos veinte céntimos, quince corren a cargo del Estado y los otros cinco, de las petroleras, que pueden ofrecer descuentos por encima de este mínimo a través de promociones y programas de fidelización. La gestión de este descuento, que las estaciones de servicio están obligadas a adelantar, ha ocasionado «una asfixiante falta de liquidez en las gasolineras».

Este descuento puede suponer un ahorro de diez euros al llenar un depósito de 50 litros, un 'respiro' que estos días ha perdido capacidad de alivio dado que los precios han superado los niveles previos a la entrada en vigor de la medida. La llegada de la bonificación coincidió con un leve descenso, pero la llegada de la Semana Santa truncó esa tendencia y las perspectivas no son muy halagüeñas, ya que el mercado del petróleo sigue muy tensionado.

Tras unos días de indecisión, después de que la Unión Europea anunciara su intención de incrementar las sanciones a Rusia, Alemania ha asegurado que planea prescindir totalmente de las importaciones de petróleo ruso a finales de año. Se une así a Estados Unidos y Reino Unido, por lo que el mercado se pregunta de dónde va a salir el crudo necesario para sustituir los más de cinco millones de barriles diarios que ahora se compran al Gobierno de Putin. La noticia coincide con los problemas de producción en Libia y con un repunte de la actividad en China, cuya menor demanda de petróleo debido a las restricciones a la movilidad decretadas para controlar nuevos brotes de Covid estaba amortiguando el alza del oro negro.

Por su parte, lejos de atender la petición europea de que incremente el bombeo de crudo, la OPEP ha asegurado que la producción cubre la demanda. Según su secretario general, Mohammad Barkindo, la organización no va a alterar sus previsiones porque se centra en los fundamentos de la oferta y la demanda y, en su opinión la carestía está originada por el miedo de los inversores y no por la escasez de petróleo.