Tres empanadas típicas de la Región de Murcia

2022-08-13 14:04:11 By : Ms. May Lin

Las empanadas son una de esas elaboraciones clásicas que no falta en ningún hogar y que a todos nos traen recuerdos de infancia. No son elaboraciones complicadas, se hacen en menos que canta un gallo y existen mil y una variedades. Hoy os presentamos tres de las más típicas de la Región de Murcia: Empanada murciana, pasteles de carne y empanadas de patata de Yecla.

Atención a la delicia que hoy traemos a la mesa: el pastel de carne tradicional de la Región de Murcia. Un bocado delicadísimo, especialmente por el hojaldre que sirve de tapa para el pastel, y que recuerda a un dulce italiano muy apreciado: la sfogliatelle.  Al relleno tradicional de carne picada de ternera, chorizo y huevo duro se le pueden dar mil vueltas y variaciones, pero lo que no se puede tocar es esta tapa crujiente, formada por mil capas de hojaldre.

Se vende en las mejores pastelerías, sin embargo, se trata de un bocado salado, que se toma tradicionalmente como aperitivo o tentempié. Se toma todo el año, pero durante las fiestas de primavera es un protagonista número uno, hasta tal punto que se le rinde homenaje un día, el #DíaDelPastelDeCarne, en el que hay numerosos concursos y catas.

Se trata de una auténtica joya gastronómica, con siglos de historia que ahora podrás elaborar en casa. ¡Toma nota!

Ingredientes, para unos cuatro pasteles

Cómo se elabora el tradicional pastel de carne de Murcia

Para ir teniendo los ingredientes preparados, lo primero que haremos es cocer el huevo duro. Para ello, cocemos los dos huevos en agua hirviendo con un pellizco de sal durante 12  minutos y, después, lo refrescamos bajo el chorro de agua fría. Lo pelamos y partimos cada huevo en ocho trozos.

Pelamos el chorizo y lo picamos en trozos menudos. Reservamos todo por separado.

En un bol, colocamos la carne picada de ternera y salpimientamos al gusto. Añadimos el agua y mezclamos bien para que quede todo muy bien integrado. Añadir agua a la carne es importantísimo para que el relleno quede bien jugoso. Debemos tener en cuenta que los pasteles van a pasar en el horno una media hora a bastante potencia y si pusiéramos la carne sin este extra de hidratación, nos arriesgamos a que quede seca y áspera, como la suela de un zapato.

Engrasa ligeramente con mantequilla los moldes que vayas a usar. Lo ideal es usar moldes pequeños, individuales, de paredes bajitas, de un centímetro o centímetro y medio como máximo y de bordes estriados.

Espolvorea también una pizquita de harina, esto ayudará a que la masa no se puegue.

Ahora, extendemos la masa brisa sobre nuestros moldes. Apretamos la masa bien sobre el fondo de cada molde para que se adapte y cortamos a ras del molde. Podemos pasar el rodillo por encima, lo que ayudará a que se corte el extremo.

Ponemos una buena cucharada de carne picada y la extendemos bien. Y ponemos unos pocos trocitos de chorizo y otros de huevo. Tres como máximo, de cada uno, no hay que pasarse con el relleno.

Reserva mientras preparamos las tapas.

Coloca una masa de la hojaldre estirada sobre la encimera, que debe estar ligeramente enharinada y coloca la otra lámina justo encima, haciéndola coincidir perfectamente.

Dobla las masas por la mitad, y rectángulo que obtengas de nuevo por la mitad. Ahora tienes un rectángulo mucho más pequeño y alargado. Enrolla este rectángulo apretándolo bien a medida que lo enrollas.

El resultado ha de ser un círculo de buen diámetro y poco largo. Corta este círculo en cuatro rodajas. Con las manos aplástalas un poquitín y adapta su tamaño al molde.

Coloca cada tapa encima de cada pastel y presiona bien con los dedos para que sellen bien las dos masas.

Mete en el horno, que ya deberá estar precalentado, a 220°C durante 30 minutos.

Saca los pasteles de carne del horno y deja enfriar ligeramente. Lo ideal es degustarlos tibios, no excesivamente calientes, pero tampoco fríos, para que el hojaldre resulte crujiente, crujiente.

Existen variaciones de pasteles de carne elaborados con carrileras. También son muy populares los de sesos.

Junto con el pastel de carne y el pastel de cierva, la empanada clásica es muy tradicional en Murcia. Por supuesto, la empanada se toma en toda España, aunque cada región tiene sus peculiaridades, ya sean en cuestión de rellenos o de la masa. También la empanda murciana tiene sus pequeñas peculiaridades. Esta es la receta más tradicional, ¡toma nota!

Elaboración de la empanada

Tamiza la harina y ponla en un bol. Añade el resto de ingredientes y trabaja la masa, primero con la ayuda de una cuchara de madera o una espátula y después con las manos, hasta que quede lisa y homogénea.

Deja reposar la masa durante 15 o 20 minutos, tapada con un paño limpio. Pasado este tiempo, divide en dos la masa y estírala con el rodillo.

Aparte, prepara el relleno. Para ello, lava los pimientos verdes, retira las semillas y pícalo en brunoise fina, es decir, en daditos finos. Ponlos en un bol. Añade el tomate natural triturado. Prepara los huevos duros, cociéndolos durante 12 minutos. Pélalos y pícalos. Añade el huevo al bol junto con el atún en conserva, bien desmenuzado. Pon a punto de sal y pimienta negra y mezcla bien.

Coloca el relleno sobre una de las planchas de masa. Cubre con la otra y cierra bien los bordes. Pinta con huevo batido.

Mete la empanda en el horno, que ya debe estar precalentado a 180°C durante 30 minutos.

Estas deliciosas empanadas, con atún y con patata, que tanto gustan a los niños, se preparan en toda Murcia, aunque son especialmente típicas en algunos pueblos, sobre todo Yecla, localidad del norte murciano, ya muy cerca de Albacete, junto a Jumilla. Tanto, que han terminado dándoles nombre. Antes no se conocían mucho fuera de la Región de Murcia, aunque ahora ya comienzan a hacerse un hueco en el recetario de toda España.

Cómo se hacen paso a paso, las empanada de patata de Yecla:

Para hacer estas empanadas de patata de Yecla, lo primero que vamos a hacer es la masa. Para ello, ponemos la harina tamizada en un bol amplio. Hacemos un hueco en el centro a modo de volcán.

Calentamos en un cazo el vino blanco y el aceite. No es necesario que lleguen a hervir ni mucho menos. Tan solo deben calentarse un poco.

Añadimos dentro del cráter que hemos hecho en la harina el aceite y el vino calientes.

Añadimos también la sal y un poco de colorante alimentario. En lugar de colorantes químicos, podemos poner una pizquita de cúrcuma, que aporta color y es natural.

Con la ayuda de una cuchara de madera vamos mezclando de tal forma que la harina vaya absorbiendo el resto de ingredientes. Mezclamos bien con la ayuda de la cuchara hasta que los ingredientes se vayan integrando.

Cuando la masa ya se pueda manipular con las manos, la pasamos a la encimera, con un poco de harina espolvoreada y la amasamos un poco. No hay que amasar demasiado, no queremos que el gluten se desarrolle. Cuando esté lisa y homogénea la dejamos reposar en el mismo bol y la tapamos con un paño.

Mientras, vamos a preparar el relleno.

Pelamos las patatas y las partimos en láminas, como para hacer tortilla. Acercamos una sartén al fuego con aceite de oliva y freímos las patatas. Cuando estén listas, las sacamos en un escurridor para retirar todo el aceite posible. Ponemos a punto de sal.

Mientras, cocemos todos los huevos, menos uno (que reservaremos para pintar las empanadas) en agua hirviendo y sal durante 12 minutos. Los sacamos, refrescamos bajo el chorro de agua fresca. Pelamos y picamos.

Picamos también el pimiento rojo en conserva, bien escurrido. Añadimos también el atún desmenuzado y escurrido.

Mezclamos el atún, el huevo, el pimiento, los piñones y las patatas. Mezcla bien todos los ingredientes. Probar y añadir un poco sal si fuera necesario.

Volvemos con la masa, tomamos con la mano una pequeña bolita y la estiramos con el rodillo dándole una forma redonda, del tamaño de un plato de café, más o menos.

Tomamos un poco de relleno, lo ponemos en el centro y cerramos, cerrando bien los bordes. Podemos usar un tenedor para sellar los bordes o con una rueda dentada.

Batimos un huevo y pintamos con ella las empandas, con la ayuda de una brocha.

Colocamos las empandas sobre la bandeja del horno, cubierta con papel. Cocinamos a 200°C durante 30 o 40 minutos.

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.