Acabar con una plaga de cucarachas puede ser tarea compleja. Estos insectos son bastante resistentes y se reproducen con bastante facilidad, por lo que cuanto antes se ponga remedio a su presencia en una vivienda más efectivo será impedir que se conviertan en un problema.

Las cucarachas tienden a instalarse en el interior de las casas y crear en ellas colonias, lo que conlleva graves problemas de higiene y salud, ya que pueden contaminar alimentos o transmitir enfermedades y bacterias.

Estas pueden acceder al interior de una vivienda a través de puertas y ventanas que den acceso al exterior y asentarse después en espacios de la casa húmedos, oscuros, cálidos y aislados.

Detrás de los electrodomésticos, bajo el fregadero, en rendijas y agujeros en tuberías, habitaciones de caldera o garajes, son algunos de los lugares en los que suelen encontrarse cucarachas.

Lo recomendable es acabar con ellas antes de que su presencia se convierta en un problema más serio. Si comienzan a reproducirse y crecer, se convertirán en una gran colonia. Si este es tu caso lo más recomendable puede ser acudir a un profesional antiplagas que pueda acabar con ello de manera eficaz.

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Para evitar llegar a este punto, a continuación te indicamos algunos métodos para acabar con las cucarachas en tu casa.

El bicarbonato es una sustancia que puede resultar letal para las cucarachas cuando es ingerida por estas, pero para lograr esto se necesita de un cebo capaz de atraer su interés.

En este caso, suele recomendarse mezclar el bicarbonato con azúcar, ya que las cucarachas sí se sentirán atraídas por este olor y sabor dulce, por lo que terminarán ingiriendo la mezcla.

En un recipiente mezcla a partes iguales bicarbonato sódico y azúcar y déjalo después en aquellos rincones en los que suelen aparecer las cucarachas: debajo de electrodomésticos, fregaderos, basura, etc.

Puedes depositar la mezcla directamente en el suelo o dejarla en recipientes.

De manera similar se puede optar por sustituir el bicarbonato de sodio por bórax, también conocido como borato de sodio.

Antes de nada, debes saber que en este caso, a diferencia de lo que sucede con el bicarbonato, el bórax sí que puede resultar tóxico, por lo que deberás tener mucha precaución, no solo al tratarlo, sino al dejarlo en los rincones como trampa para cucarachas.  Si tienes niños o mascotas asegúrate de que no pueden acceder a ello e ingerirlo porque podrían intoxicarse.

Una vez dicho esto, el funcionamiento de este insecticida casero es igual. Mezcla el bórax con azúcar para conseguir atraer a las cucarachas y deposita la composición en los rincones donde aparecen estas.

Ciertas plantas aromáticas puede repeler a las cucarachas. Especies como la menta, el laurel o el ajo parecen tener la propiedad de alejar a estos desagradables insectos.

Quizá no resulten remedios demasiado eficaces para combatir una plaga, pero puedes incluirlos en tu casa, sobre todo si tienes jardín por el que puedan entrar las cucarachas, para impedir que lleguen a acceder al interior de tu hogar y comiencen a reproducirse allí.

La conocida como tierra de diatomeas es frecuentemente utilizada como pesticida natural y no tóxico.

Esta está formada de restos fósiles de diatomeas que son unas algas unicelulares con una cobertura de sílice. Este recubrimiento lo que hace es que al entrar en contacto con el insecto altera su capa de queratina generando muerte por deshidratación.

La forma de utilizar la tierra de diatomeas contra las cucarachas es espolvoreando esta sustancia por los rincones en los que sueles encontrar estos insectos. 

Este remedio puede no resultar demasiado efectivo si tienes una plaga seria en casa. Más bien sirve como solución preventiva si has visto aparecer algún ejemplar por casa y tiene efecto a la larga.

Uno de los problemas es que las cucarachas adultas son ejemplares bastante grandes y resistentes por lo que puede costar acabar con ellas con esta forma. Lo que sí pude suceder es que al quedar impregnadas en esta sustancia, estos individuos lleven las diatomeas hasta el nido acabando con las larvas de manera involuntaria, por lo que puede ayudar a que las cucarachas no se propaguen.

También es posible optar por remedios químicos a la hora de acabar con las plagas.

Por ejemplo con insecticidas en polvo. Estos se depositan igualmente en zonas de paso donde suelen aparecer las cucarachas, con el objetivo de que se impregnen de la sustancia, la lleven hasta sus nidos e infecten a otros ejemplares.

El fosfuro de magnesio o el bromuro de metilo son algunas de las sustancias que se utilizan como insecticida químico contra las cucarachas.

Aunque si se opta por este remedio hay que tener mucho cuidado si se tienen mascotas o niños ya que ingerirlo puede ser altamente tóxico.

Uno de los remedios contra cucarachas más utilizados es el uso de cebos a través de sustancias químicas. Se trata de productos en los que se incluye algo capaz de atraer al insecto y por otro lado una sustancia tóxica que acaba con este.

Estos cebos suelen comercializarse en forma de gel y deben ser colocados en distintos puntos lo más cerca posible de los nidos de cucarachas.

Este tipo de método se basa en insecticidas en forma de aerosol que deben ser pulverizados sobre la cucaracha. Por lo cual resultan bastante más laboriosos a la hora de acabar con una posible plaga.

Por otro lado, al pulverizarlo hay que tener cuidado con no respirar los aerosoles o vapores que se desprenden ya que puede acarrear efectos nocivos sobre la salud de personas y animales.

Tan importante como conocer cómo acabar con las cucarachas es saber qué hacer para evitar que regresen.

Una buena manera lograrlo es mantener una limpieza continuada que evite que las cucharachas puedan asentarse y reproducirse.

Realiza de manera frecuente limpiezas profundas en baño y cocina, los lugares donde con más asiduidad se localizan estos insectos. Sobre todo intenta hacerlo durante los meses más cálidos, ya que las altas temperaturas favorecen su aparición.

Esto implica retirar muebles y electrodomésticos y desinfectar tras de ellos con el objetivo de eliminar posibles huevos que hayan podido quedar y que favorezcan una nueva plaga. Para hacerlo puedes utilizar productos como amoniaco o lejía.

Si vas a desinfectar el interior de muebles o despensas puedes optar por productos menos tóxicos como vinagre o alcohol.

También es conveniente que tires la basura todos los días y no dejes restos de comida en el fregadero mucho tiempo.  Asimismo sella grietas o agujeros por las que puedan entrar o en las que alojarse.

Todo ello ayudará a reducir el riesgo de tener cucarachas.

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