Puebla, sábado 30 de julio, 2022 | 05:20 hrs.

Por decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, firmado la mañana de este martes, queda prohibida la venta y comercialización de cigarros electrónicos o vapeadores.

Esta medida se suma a las modificaciones que se hicieron en el decreto del 22 de octubre de 2021, cuando el jefe del Ejecutivo federal estableció la prohibición de la exportación e importación de estos artículos.

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que se emplean para fumar, pero a diferencia de los cigarros comunes, estos funcionan con pilas.

Las partes del cigarro electrónico se componen de una boquilla reemplazable, un atomizador, un conector donde se ubica la resistencia que hace calentar el líquido que contiene nicotina, algunas sustancias químicas y saborizantes; además, botón y batería, la cual se recarga por medio de un conector USB.

El líquido se calienta y se convierte en un vapor que la persona inhala, de ahí también surge el término de vapear, derivado de vapor.

De acuerdo con el artículo La Historia del Cigarro de Vapor, se menciona que fue Herbert A. Gilbert quien tuvo la idea de crear un cigarro electrónico en 1963, “y presentó una patente para este producto, puesto que sabía los peligros de consumir tabaco”.

Sin embargo, fue hasta el año 2003 cuando el fumador y farmacéutico Hon Lik se propuso desarrollar cigarros electrónicos, luego que su padre murió de cáncer de pulmón.

Creó este método que permite a los fumadores tener nicotina mediante inhalación, sin humo, sin tabaco y los millares de agentes químicos que son parte de la producción de los cigarros. 

Desde entonces, poco a poco esta industria fue creciendo en todo el mundo con la idea de dejar la adicción al cigarro común.

Para los cigarros electrónicos se debe depositar un líquido que permita obtener vapor, pero los principales componentes  son la glicerina vegetal y el propilenglicol.

Otras sustancias químicas que posee, además de saborizantes, son:

De acuerdo con diferentes vape shop o tiendas expendedoras de vapeadores, estos cigarros electrónicos se comercializan desde 200 a 500 pesos cada uno, todo depende del diseño que se elija, colores, tamaños y estilos.

Los consumidores obtienen estos artículos por medio de redes sociales, en mercados sobre ruedas, en plataformas de venta de productos y en algunos establecimientos en centros comerciales y máquinas expendedoras.

En México comenzaron a introducirse hace cerca de una década, pero fue en los últimos tres años cuando comenzó a popularizarse su consumo, principalmente en los jóvenes aun cuando no cumplen la mayoría de edad.

El pasado 19 de mayo, la Secretaría de Gobernación federal y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta sanitaria máxima para vapeadores y nuevas acciones para proteger la salud.

Por medio de un comunicado advirtió que los cigarros electrónicos contienen carcinógenos y sustancias tóxicas que representan un grave riesgo a la salud de personas consumidoras.

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